La iglesia es un medio de educación igual que la escuela. Cada quien decide qué hace con eso. Hay quienes van, atienden y se preocupan por aprender más y buscar más. Hay para quienes la información que reciben es suficiente, quienes se embotellan la información y creen que son los más que saben, y quienes saben, pero aparentan no saber.

Hay de todo, cada quien elige a que sector pertenece y que es lo que hace con lo que sabe, con lo que no sabe y con lo que le gustaría o no saber. Igual que el maestro no te enseña todo a menos que te muestres interesado en un tema particular y le preguntes, así mismo los pastores no abarcan todo desde el púlpito a menos que te acerques y le preguntes.

El maestro ni el pastor tienen el tiempo suficiente que toma profundizar en ciertos y determinados temas desde una predicación o una clase. Está en ti, en tu interés por aprender y desarrollar una relación de estrechez, cercanía, intimidad y profundidad con Dios.

Él siempre está ahí esperando a que te decidas. Porque Él es más que cuatro paredes y adornos dentro de una estructura, con Él no hace falta protocolo, ni estructura. Con Él hace falta disposición, compromiso, amor y honestidad. Lo demás Él te lo da, te moldea y te prepara para aquello que Él te llame a realizar. El Señor espera por ti. 

–Desde Otro Lado de Luz